Confesión de un iniciado

A L\G\D\G\A\D\U\

CIENCIA – JUSTICIA – TRABAJO

Resp\Log\JOVEN MENDOZA 430

G\L\A\D\L\y A\M\

OR\ DE MENDOZA, 27 de Julio de 2022 (e\ v\)

Trabajo en grado de aprendiz

V\M\ y QQ\HH\:

Confesión de un iniciado

A mi primer trabajo lo intitule “Crónica de un iniciado- El camino de la oscuridad a la luz”

Y en ese momento la consideré a esa “… una única y exclusiva oportunidad, como la de ser un “recién iniciado” para dejar la crónica de mi primera experiencia en este mundo “iniciático”.

Hoy confieso ante mis HH:., luego de haber sido recibido y proclamado en el Ara como Aprendiz Masón, el cambio que ha significado en mí el camino que aquel día inicie.

En mis otros trabajos busque la belleza en la prosa, la fuerza en la investigación y la sabiduría en las palabras, creyendo que con eso “taparía” mi verdadera tarea que era “descubrir quién soy”, que es parte de esta confesión.

Me inicie, como todos, con dudas y temor a la nueva vida. La primera duda surgió cuando me dijeron, aún con los ojos vendados” “… le vamos a presentar a su peor enemigo…” Todos habremos tenido una sensación similar y nos habremos preguntado: ¿quién será …?  a quien dañe …?  cómo se enteraron…? como sabía que estaba acá? … estos tipos saben todo…!!! ¡¡¡No se los puede engañar…!!!

Pero al verme en el espejo… pensé que esto iba en serio… que estaba realmente contra el peor de todos.

Con cualquier otro… la suerte puede estar de nuestro lado o no… pero el resultado uno siempre puede superarlo… de última nos queda el consuelo…vencer o ser derrotado, nos fortalece para la próxima batalla.

Pero en este caso, si no puedo vencer a este enemigo íntimo, habrá acabado en mí toda esperanza ya que dispongo de un solo “yo”.

La pandemia nos sumergió a todos en un claustro inesperado … impensado… atroz y obligatorio. De repente todo ese “orden profano” ese “mundo organizado” se me derrumbo.

Por primera vez tenía todo el día para verme en el espejo… y lo peor que no podía huir, estaba atrapado en mi soledad… Comencé a reflexionar sobre las herramientas simbólicas que me habían provisto: El mazo, el cincel y la regla de 24.

La primera que use fue la regla de 24 pulgadas, ella me ayudó a ordenar el caos. Organizar esta “nueva forma de vida” distribuyendo el tiempo y asignándome tareas. En los momentos de reflexión pensé que todos mis trabajos anteriores, que si bien, intentaba que luciesen bellos y esforzados, no me sirvieron de consuelo, al contrario, me desmoralizaron, había perdido un tiempo precioso en descubrir quién era…

Hoy sentado con mi rostro hacia el pasado puedo hacer un repaso reflexivo de mi transformación, de cómo, poco a poco iba pensando “masónicamente” sin advertirlo, como se fueron incorporando las herramientas simbólicas en mis días profanos.

Reconocer mi esfuerzo en provocar los cambios, puliendo mi piedra bruta con el mazo y el cincel, me permitió ser tolerante con los demás. Se hizo presente en mí el principio universal “…como es adentro es afuera…”

Pude detenerme para descubrir la belleza de un día diáfano o de un día nublado, oler la humedad sin ver la lluvia, y oír el aleteo de las aves sin que estén ahí.

Hoy puedo decir que he comenzado a conocerme y reconocerme en mi esencia. Pude descubrir el difícil camino de la transformación y también que ningún triunfo es dulce sin voluntad ni esfuerzo.

            …Hoy puedo apagar la luz sin temor a la oscuridad, porque tengo la serena esperanza que mi trabajo hará que de ésta nazca aquella…

Federico NARDI                                                       Julio César Dante FERNANDEZ

2° Vig:.                                                                                               Ap:.M:.