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“EL CONOCIMIENTO CONDICION NECESARIA”

A L .·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
Ciencia – Justicia – Trabajo
Resp.·. Log.·. Joven Mendoza Nº 430
G.·.L.·. A.·.D.·.L y A.·.M.·.
Oriente de Mendoza, 26 de octubre de 2022.(e:.v:.)
Trabajo en G.·. C.·.
M V.·.M.·. RR.·. HH.·., y QQ.·. HH.·.
“EL CONOCIMIENTO CONDICION NECESARIA”
“Nada puede aquí pasarnos
desapercibido, porque lo que la razón extrae
enteramente por sí misma, no puede esconderse,
sino que por la razón misma es traído a la luz, tan
pronto como se ha descubierto el principio común
de todo ello.” (Kant, 1787)
Introducción:
El inicio de todas las cosas que nos rodea se encuentra todavía intacto, el
creador dejó en la esfera de cada una de ellas una parte impresa de un todo en su génesis.
El hombre una de sus creaciones, es la destinada por intermedio del conocimiento a
descubrirla, pero para ello necesitara librarse de toda condición que se lo impida
El conocimiento es a lo que aspira el compañero, a través de sus sentidos,
los que va adquiriendo desde el nacimiento, para que por medio de la razón pueda
liberarse de toda oscuridad que le impida descubrir la verdad
Esta premisa es innata a su existencia, no obstante, ha sido abandonada
en la actualidad por el mundo que lo acecha, el cultivo de vicios en lugar de sus virtudes
lo aleja de la verdad y esto comienza a incomodarlo.
Desarrollo:
Toda la historia de la humanidad ha sido develada por el conocimiento, el
hombre constante y expansivo, ha tratado de comprender todo el entorno que lo rodea.
En una primera instancia podemos decir que una de las religiones del tomo, en el
pentateuco explica el origen de toda causa; “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Haya luz,
y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas”.
Creado el hombre, comienza a plantearse su existencia, indagando en
cuanto pensamiento se le presenta. Pero ¿Cómo adquirir ese conocimiento? Ya en la
antigüedad se cuenta la historia de Querofonte, amigo de Platón, que fue a consultar al
Oráculo de Delfos y le preguntó quién era el más sabio. A esta pregunta el Oráculo
respondió que el más sabio de todos los hombres era Sócrates. Este al enterarse se
sorprendió, porque él no reconoce en sí mismo ninguna sabiduría superior a la que poseen
los demás hombres.
Sin embargo, para el pensador no fue suficiente y esta verdad dada fue
puesta en práctica y así lo demostró el mismo que ante las respuestas del Oráculo de
Delfos; llego a la conclusión de que estas palabras encerraban alguna clase de enigma y
se propuso descifrarlo. Interrogó a todos aquellos que son popularmente tenidos como
sabios. Que por conocer todo lo que respecta a sus especialidades, siendo políticos,
poetas y artesanos creen saber también de las cosas que no son su especialidad, llegando
a concluir que quienes crean esto no podrán ser los más sabios de entre los hombres.
Siguiendo este razonamiento es condición necesaria para llegar al
conocimiento reconocer la propia ignorancia, y además instruirse en todo teniendo como
partida el desconocimiento de todo para lograr en ello un aprendizaje que le permita
dominar los dualismos que nos confunden. Pues sino podemos dominarlo terminaremos
de caer en los sofismas que invaden a los hombres. Dicho esto, necesario en el grado
adquirir todo conocimiento para que con el intelecto se puedan dominar los preceptos
teniendo en cuenta que ello no será siempre suficiente.
El descubrimiento de los distintos pensamientos para determinar de si una
proposición puede decirse auténtica, es uno de los ejercicios de la búsqueda del
conocimiento y de la verdad. En La alegoría de la caverna, al principio del VII libro de
la República de Platón, se desprende el estado en que se encuentran un grupo de
hombres respecto del conocimiento de la verdad, estos por encontrarse dentro una
caverna encadenados desde el nacimiento, consideran a las sombras como la verdad de
los objetos, ignorando por su estado la realidad exterior al no poder observarla. Continua
el relato que una vez liberado uno de ellos, llega a la luz, observa las figuras y las causas
de la verdadera realidad. Finalmente, este es introducido nuevamente dentro de la
caverna para develar y liberar a sus antiguos compañeros y guiarlos hacia la luz, los que
incrédulos afirman que sus ojos se han cegado por el paso de la claridad del sol a la
oscuridad de la cueva. También esta alegoría explica la dificultad de guiar a las personas
a la adquisición del conocimiento, intentando liberarlas de las ataduras de la realidad de
la caverna. A veces las personas llegan a sentirse cómoda en su ignorancia y se oponen
a quienes intentan ayudarles a cambiar
En la actualidad vemos que la búsqueda del conocimiento ha sido
desviada y ordenada a distintas direcciones en la sociedad. Las consecuencias se
encuentran a la vista, distintas ideologías ocultan la causa de los problemas y someten a
las personas por su ignorancia, provocando un círculo vicioso que termina siendo la
esclavitud del pensamiento. Este es mayor de los males porque priva de la libertad al ser
humano y con él su dignidad.
Existen demasiados hechos en la historia de la humanidad donde se ha
manipulado el conocimiento de la población para oprimir, imponer una verdad y privar
de todo derecho, empezando por la libertad. Las distintas guerras nos demuestran la
irracionalidad y la intolerancia cíclica que el hombre utiliza para imponer por medio de
la fuerza, sistemas que responden a intereses materiales que provocan diferencias
sociales
No obstante, gran parte de estos males han sido combatidos por personas
que buscan una sociedad más justa e igualitaria. Vemos que, en el siglo XVIII, La
revolución francesa, bajo el lema Libertad, Igualdad y Fraternidad, da inicio al
pensamiento que se concretó en uno de los fundamentales principios del reconocimiento
de la dignidad humana; la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano y que
a mediados del Siglo XIX en la independencia de la India, Mahatma Gandhi impuso su
concepto de insistencia en la verdad (Satyagraha) y desobediencia civil, liberando a toda
una nación.
El hilo de la masonería se ha alejado en la historia de los sofismas que
invaden a los hombres, quizás esta afirmación no sea difícil de sostener teniendo en
cuenta que la masonería es una institución combativa, de libres pensadores y
precisamente una de sus más acérrimas peleas es la imposición de todo pensamiento que
no permita realizar el proceso por el que la razón haga adquirir el conocimiento y con el
descubrimiento de la verdad para lograr la perfección. –
Este recorrido por el tiempo y el progreso del pensamiento nos lleva
contemplar los distintos cambios que sitúan al hombre en el conocimiento. El mismo se
encuentra disperso en las distintas expresiones de la naturaleza, siendo empleado en
ocasiones en detrimento de los ideales de la humanidad. Así el compañero es llamado
en cada uno de los viajes, adquirir con las herramientas, los valores y las experiencias
que le permitan desenmascarar aquellos males que agobian a la sociedad. Su último viaje,
sin herramientas, simboliza la libertad y con él la inmensa tarea de que no perezca para
alcanzar nobles ideales para sus hermanos. –
Conclusión:
En todo enunciado está expresado el vestigio del hombre, en cada materia
la de la naturaleza y en cada espacio la del creador. Así, el creador se encuentra en todo
espacio, la naturaleza en la materia y el enunciado en el hombre. El compañero ha
iniciado su paso hacia oriente, la luz de su creador lo ha tocado, ha descubierto lo
necesario pero el mismo se ha desviado. Deberá regresar a su camino, esta vez librado
de toda atadura que le impida perfeccionarse, pero con la premisa interna y con la
responsabilidad de alcanzar luz para su prójimo.
Cumplido M:.V.·.M.·.
Antonio Guyon Roberto Montepeluso
Comp.·. M.·. H:.1er V.·.
Bibliografia Consultada:
(1) Ritual y Libro de Compañero Mason- Segundo Grado del Rito Escoses Antiguo
y Aceptado, (2) Platón Apología, (3) Platón Timeo, (4) Platón La República, (5) La
Biblia Genesis

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